Justo en estas épocas sucedió uno de los sucesos más recordados en el Twitter underground México: La madriza de dos transexuales al viejo carcamán conocido como Don Zambucas. Se los contaré como me fue contado a mi por el homérico vate Hondunegro.


Érase que se era un viejo metido a tuitero que adoptó el nombre de Don Zambucas. Y el viejo metido a tuitero era pródigo en traducir tuits gringos de pedofilia (muy graciosos, la verdad)


Tal viejo también era sobreviviente de distintas épocas tuiteras, por lo que había alcanzado un estatus de culto entre cierto sector. Este viejo no solo era un tuitero, sino un hombre a la antigua usanza.


Misógino, machista y, sobre todo, homofóbico. En Twitter y en la vida real destilaba odio y desprecio a los sodomitas, también conocidos como practicantes del vicio inglés (o francés o italiano, depende en que país estés)


Data que, en una fecha cercana al fin de año, Zambucas se reunió con otro tuitero, conocido como Hondunegro, de muy pocas entendederas pero de afable trato. A saber por qué Zambu lo toleraba, pero tenían la tradición de consumir bebidas alcohólicas entre Navidad y Año Nuevo


El día de nuestra historia se reunieron en la cantina La Ópera, en el centro de la Ciudad de México, lugar favorito de ancianos mamones. Ahí estaban Hondu y Zambu empedándose, felices de la vida, cuando cambió el turno de los meseros. Y les tocó uno joto.


Zambu, ya muy pedo, no paró de incordiar al mesero joto, con innumerables comentarios de mal gusto sobre su afición a degustar penes (del mesero, no de Zambu) hasta que el propio capitán de meseros tuvo que intervenir, expulsando a Zambu de La Ópera.


Hondunegro como pudo se llevó a su viejo camarada a La Alameda, lugar de sirvientas, putos y borrachos, donde, producto de la peda que traían, se quedaron dormidos en una banca.


De repente, Hondu despertó de su pesado sueño, al escuchar gritos y chillidos inexplicables, los cuales provenían de Zambucas, que se encontraba tumbado en el suelo a pocos metros, siendo inmisericordemente madreado por dos sujetos.


Todo indica que se quedaron dormidos hasta bien entrada la noche, siendo Zambucas el primero en despertar, con tal mal tino que lo hizo justo en el momento en que pasaba frente al él una pareja de homosexuales, lo que le produjo un invencible asco.


"Pinches putos" les gritó con voz destruida por el alcohol, siendo que tales desviados no eran sino el mesero y el capitán de La Ópera. Ni bien acabó de insultarlos Zambu, cuando una certera patada aterrizó en su hocico.


De ahí todo fue una sinfonía de vergazos; un puñetazo en el ojo, un gancho a las costillas, patadas en los huevos... una puta masacre que Hondunegro contemplaba atemorizado, mientras Zambu era vapuleado por sus enemigos mortales. LOS HOMOSEXUALES


Cuando terminó la hecatombe, los maricones se retiraron riendo mientras le mandaban besitos de burla a un Zambucas medio muerto, que rechazó toda ayuda mientras se dirigía a la entrada de Metro Bellas Artes. Nunca volvió a ser el mismo.


Todo indica que, desde entonces, Zambu solo puede conseguir erecciones si es golpeado previamente por homosexuales o travestis.


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