La firma al pie de un folleto impreso en el siglo XIX picó mi curiosidad. ¿Quién fue el coronel Juan Espinosa Gorostiza?


Una rápida búsqueda me dio algunas claves. Juan Espinosa Gorostiza llegó a ser el jefe del Estado Mayor de Porfirio Díaz durante la intervención francesa.


Cuenta Díaz en sus memorias de la accidentada carrera del coronel Espinosa Gorostiza. En una ocasión, el general le ordenó mover su tropa a Nanahuatípam pero el Coronel no lo hizo porque aseguraba que había una fuerza superior en Ayotla. Esto, dice Díaz, le ganó fama de cobarde.


“Es lamentable que el coronel Espinosa se hubiera encontrado imposibilitado con ese obstáculo que creyó insuperable, porque su concurrencia me hubiera permitido tomar el pueblo de San Antonio y derrotar definitivamente a la columna del general Brincourt”, escribe Díaz.


El incidente dejó a Espinosa Gorostiza fama de cobarde, aunque Díaz dice que tuvo motivos reales para no alcanzarlo en Nanahuatípam y sostiene que era valiente en combate. Por el resto de su vida, el coronel se vio obligado a probar su valor, lo cual afectaría sus decisiones.


Al recordar la batalla de La Carbonera, en San Francisco Telixtlahuaca, Oaxaca, el 18 de octubre de 1866, Díaz vuelve a recordar la participación del coronel Espinoza Gorostiza y cómo se enfrascó en una discusión con el ayudante del general, Casimiro Casas. Habla Porfirio Díaz:


“La reputación de cobardía que se había dado al coronel Espinosa por su comportamiento en Nanahuatipan, lo tenía grandemente sobreexcitado, con tanta razón cuanto que esa reputación no era fundada, pues, en efecto, peleó con mucho denuedo así es Miahuatlán como en la Carbonera”


“Casas estaba impaciente por que le parecía que el coronel Gorostiza no conducía la fuerza con la prisa debida y le decía con frecuencia: ‘¡Más a prisa, mi coronel! ¿Qué usted tiene miedo?’ A lo que repuso Gorostiza: ‘Yo sé lo que hago. Ya veremos después si tengo miedo’”.


Prosigue Porfirio Díaz es sus memorias: “Terminada la jornada, buscó Espinosa a Casas y le dijo: ‘Ahora me debe usted preguntar si tengo miedo; veremos quién de los dos lo tiene, saque su pistola y defiéndase’.”


“Casas le contestó: ‘Mi coronel, no puedo hacer armas contra mi jefe’. Entonces Gorostiza le disparó los cinco tiros de su pistola, dejándolo destrozado y muerto en el acto. Tenía razón Gorostiza (...) no convenía que su columna entrara fatigada a tomar parte en la batalla”.


El fin de la guerra no trajo el fin de la fama de cobarde del coronel Espinosa Gorostiza. En diciembre de 1868, se encontraba comisionado fuera de la Ciudad de México, pero un amigo militar contó de broma que había huido para no ser víctima de los rebeldes que aún merodeaban.


El escritor José López Portillo y Rojas (abuelo del expresidente) se ocupa del coronel Juan Espinosa Gorostiza en su libro sobre Rosario de la Peña, la mujer que tiene fama de haber provocado el suicidio del poeta Manuel Acuña. El libro es “Rosario, la de Acuña”, 1920.


“El primer novio a quien amó (Rosario de la Peña) y con quien estuvo a punto de casarse, fue el coronel don Juan Espinosa y Gorostiza, joven apuesto, valiente, de buena sociedad y nieto del célebre poeta mexicano don Manuel Eduardo de Gorostiza”.


“Era Espinosa amigo íntimo de otro coronel de apellido Arancivia del que nunca se separaba y que visitaba también la casa de Rosario...”


“Cierta ocasión, salió Espinosa de México por exigencias del servicio. Arancivia continuó en esta ciudad, y durante la ausencia de su amigo, frecuentaba el trato de Rosario...”


“Y sucedió que una vez, hallándose presente en aquella morada, un caballero de buena sociedad, empleó Arancivia una broma que debió pasar inadvertida y que fue de terribles consecuencias...”


“Dijo que su amigo se había alejado de la metrópoli por miedo de las partidas de rebeldes que amenazaban la capital. Aquella chanzoneta dicha sin mala intención, no tenía más objeto que hacer rabiar a la joven, mas el caballero que la oyó no la tomó en ese sentido...”


“En tal virtud, aprovechó la primera ocasión en que pudo ver a Espinosa a su regreso a la capital y le comunicó la frase de Arancivia, llamándole la atención sobre su gravedad, por haber sido pronunciada delante de Rosario....”


“Al oír esto Espinosa salió loco de ira a buscar y retar a Arancivia, fue todo uno. Deshízose éste en disculpas y explicaciones, pero Espinosa no quiso oír nada...”


“Ciego de indignación, creyéndose deshonrado a los ojos de su amada, amenazó al que había sido su amigo, con terribles humillaciones si se negaba a ir al terreno del honor...”


“Arancivia se vió obligado a aceptar el duelo, mal de su grado, y tuvo lugar el lance en tan mala hora provocado por el indiscreto o malévolo personaje que había estado presente a la conversación de la casa de Rosario...”


“En aquel encuentro recibió Espinosa y Gorostiza terrible estocada en la mitad del pecho, que le privó instantáneamente de la vida. Así se inició Rosario en la carrera de los amores, que tantas lágrimas habían de costarle durante su triste existencia”.


Hasta ahí la crónica de López Portillo y Rojas del duelo entre Espinosa Gorostiza y Arancivia, en Mixcoac, en diciembre de 1868. El coronel fue enterrado en el panteón de San Fernando. La injusta fama de cobarde que le habían hecho, afectó su juicio y le hizo perder la vida. Fin.


Gracias por sus respuestas. Si alguien tiene algún otro dato sobre el coronel Juan Espinosa Gorostiza, me gustaría conocerlo. Buen fin de semana a todos.


@UnrollThread


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