Corría el año 1959. En las instalaciones del Instituto de Citología y Genética de la Unión Soviética, situado en la ciudad de Novosibirsk, el genetista Dmitry Belyaev y una recién graduada en biología Lyudmila Trut comenzaron un experimento de selección artificial con zorros.


El experimento surgió como respuesta a la pregunta de cómo a partir de un ancestro común, el lobo, surgió tal diversidad de razas caninas en tan poco tiempo. Belyaev estaba convencido de que la domesticación del lobo se basó casi exclusivamente en su comportamiento.


15.000 años después, el "mejor amigo del hombre" exhibe un comportamiento afectivo hacia nuestra especie como ninguna otra lo ha hecho jamás. Y no solo eso, esta selección artificial vino acompañada de una gran variedad anatómica en sus descendientes.


Belyaev se preguntaba si era posible replicar esa selección artificial en un período de tiempo más corto, de décadas en lugar de miles de años. El experimento que iniciaron en 1959 se denominó "The farm-fox experiment", tomando como especie modelo el zorro plateado.


El zorro plateado no fue domesticado en el pasado y está cercano evolutivamente al lobo, siendo una variante melánica del zorro común (Vulpes vulpes). Surgió durante el siglo XIX en peleterías de la isla Prince Edward, en Canadá, debido al alto valor económico de su piel negra.


El experimento fue simple: cruzar solo los zorros que se mostraban mansos y dóciles con los humanos. Belyaev y Trut reducían al mínimo el contacto con los zorros para evitar así que el componente ambiental afectara al comportamiento.


De hecho, los zorros solo interactuaban con los humanos durante breves encuentros cada mes. De esta manera, Belyaev y Trut se aseguraban que la docilidad de los zorros era resultado de su genética y no de influencias externas.


Tras varias décadas y 50 generaciones de reproducción selectiva los resultados fueron increíbles. Los zorros se volvieron dóciles, mansos y se mostraban amistosos con los humanos. Su comportamiento hacia los humanos no difería mucho del que tienen los perros con nosotros.


De hecho, estos zorros plateados se mostraban deseosos de establecer contacto con los experimentadores, gimiendo para atraer su atención y olfateando y lamiendo las manos de éstos.


Por otro lado, Belyaev, viendo los impresionantes resultados que estaban obteniendo con esta línea de zorros dóciles, comenzó a finales de 1960 un estudio paralelo pero seleccionando aquellos individuos que se mostraban agresivos cuando establecían contacto con los humanos.


Pero quizás el hallazgo más espectacular fue la enorme similitud que el experimento mostró con la selección artificial que llevaron a cabo nuestros ancestros con el lobo. No solo cambió drásticamente el comportamiento de ambos cánidos, sino también su anatomía y fisiología.


Tras varias generaciones los zorros adelantaron el período de celo, su cola se acortó y se curvó hacia arriba, sus orejas cayeron hacia abajo, el nivel de adrelina y corticosterona disminuyó, su cerebro produjo mayor cantidad de serotonina y el cráneo de los machos se estrechó.


Tras medio siglo de selección artificial exhaustiva, los zorros habían adquirido las mismas características comportamentales y morfológicas o anatómicas que adquirieron los perros después de miles de años de coevolución con el humano. Pero, ¿y cómo se explica esto?


Si observamos los resultados del experimento podemos observar que el comportamiento tiene un componente genético muy importante (recordemos que el componente ambiental fue mínimo, por lo que las diferencias comportamentales observadas en la descendencia se deben a la genética).


A finales del siglo XX, la genómica y la transcriptómica eran todavía disciplinas emergentes dentro la genética. Pero hoy día están más que establecidas en laboratorios de todo el mundo, y la genética nos ha resuelto muchas dudas acerca de los zorros de Novosibirsk.


Gracias a la secuenciación del gen del citocromo c sabemos que los zorros de Novosibirsk proceden del este de Canadá. Este resultado concuerda con los datos históricos que apuntan a que los zorros criados en la URSS fueron introducidos desde granjas peleteras canadienses.


Por otra parte, gracias a la transcriptómica sabemos que en el cerebro de los zorros plateados de Novosibirsk se expresan cientos de genes diferentes respecto al cerebro de zorros salvajes. En estos zorros existen 40 genes comportamentales con un patrón de expresión diferente.


Es más, el hecho de que surgieran de forma colateral en los zorros dóciles todas aquellas características fisiológicas y anatómicas similares a la de los perros se debe a cambios en la regulación de ciertas hormonas y neurotransmisores cuya secuencia está conservada en mamíferos.


Una selección de "la reproducción del más manso", sea en perros o en zorros, no es más que la selección de aquellos mecanismos moleculares y vías de desarrollo que regulan ese comportamiento, mecanismos cuyo origen parece estar en las células madre de la cresta neural.


Pero el hallazgo más espectacular se dio en 2018 cuando se secuenció el genoma de los zorros plateados de Novosibirsk. Para observar las diferencias genéticas entre los linajes que se habían creado en el Instituto de Citogenética y Genética, se compararon regiones genómicas.


Dichas regiones genómicas se escogieron porque albergaban genes implicados en el comportamiento. Dichas regiones se compararon entre tres linajes de zorros: los dóciles, los agresivos y los no domesticados (o salvajes).


Los resultados revelaron que los tres linajes de zorros plateados de Novosibirsk difieren en 103 regiones genómicas, algunas de las cuales poseen genes responsables de la regulación del comportamiento dócil y agresivo.


El ADN también reveló que los zorros dóciles están más alejados evolutivamente de los zorros salvajes que los zorros agresivos de los salvajes. Estos datos concuerdan, de nuevo, con los datos históricos: los dóciles se domesticaron antes (1959) que los agresivos (finales de 1960)


La genómica nos reveló dos genes, entre otros muchos, que parecen tener un papel importante en el comportamiento de los zorros. El primero de ellos el gen SorCS1, que codifica para una proteína que transporta y almacena proteínas involucradas en la comunicación entre neuronas.


Concretamente, SorCS1 transporta receptores sinápticos que usan las neuronas como la neurexina o los receptores de glutamato AMPA. Mutaciones en este gen provocan trastornos comportamentales en humanos, y los zorros de Novosibirsk poseen dicho gen mutado.


De hecho, cada linaje de zorro plateado posee mutaciones específicas en el gen SorCS1, dando lugar a regulaciones diferentes en el comportamiento dócil y agresivo en cada grupo de zorros.


El otro candidato es el gen CACNA1C, que regula el crecimiento de las dendritas de las neuronas, las conexiones sinápticas, la memoria o el aprendizaje. Las mutaciones no sinónimas que se encontraron en este gen en los zorros dóciles podrían también explicar su comportamiento.


En definitiva, la genómica y transcriptómica nos han ayudado a comprender, en gran medida, los secretos que escondían los zorros de Novosibirsk, de cómo tras varias décadas de cruces selectivos estos animales se convirtieron en el "segundo mejor amigo del hombre". ¡Fin del hilo!


La información de este hilo se ha extraído del artículo "Los zorros plateados de Novosibirsk". Aquí encontrarás más información y las referencias científicas usadas. Gracias por llegar hasta aquí.

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