Esta es una página de Maus, el cómic de Art Spiegelman. ¿Cuántas viñetas veis? 8 ¿verdad? Pues hay 9. Seguidme en este hilo sobre Maus y al final vosotros también veréis la novena viñeta.


El 8 de diciembre de 1991, la segunda parte de "Maus" se alzaba a un puesto normalmente no reservado para los Comics. La lista de best sellers de ficción del New York Times.


Sin embargo, hubo algo que no acabo de convencer a Art Spiegleman. Así que decidió mandar una carta al periódico con una petición un tanto especial:


Les pedía que su comic, "basado en las memorias de su padre y en los campos de concentración", fuese incluido en la lista de libros de No-Ficción. (La carta es una delicia, si habláis inglés, leedla)


El New York Times, por supuesto, aceptó la petición del escritor. Bueno, aunque hubo alguna reticencia.


Uno de los editores dijo: "Pero ¡Es ficción! ¡Son ratones que hablan! ¡Vayamos a la casa de Spiegelman y si un ratón gigante nos abre la puerta, entonces es no ficción!"


Y he aquí la magia de "Maus". ¿Cómo un cómic de ratones puede llegar a ser la obra de referencia sobre el Holocausto? Como dice su propio autor, Art Spiegelman: "Es una alegoría estúpida".


Tan estúpida que la alegoría no es suya. Es de Adolft Hitler La escribió en el "Mein Kampf". "Los judíos son como ratones"


Y por ende, si los ratones son judíos... los gatos, sus enemigos naturales, deben ser los Nazis.


Pero es que, queridos lectores, Maus no es un cómic sobre ratones y gatos. Es un cómic sobre su padre, sobre la supervivencia, sobre el horror y sobre la vida. Y sobre todo... es una obra de arte.


El arte, el buen arte, consigue algo mágico. Convierte lo abstracto, lo intangible, lo metafísico... en algo que podamos entender.


Me gusta decir en clase que la literatura (en este caso, el cómic) actúa como un traductor. El mundo nos habla con un lenguaje que no podemos entender... el arte nos lo hace comprensible.


Pero ¿cómo comprender Auschwitz?


O más difícil todavía ¿Cómo entender a tu padre?


Spiegelman dio con la clave (Y no solo de esta historia, sino, probablemente, de toda obra creativa) Utilizar máscaras.


"No son ratones, son personas de verdad detrás de una máscara" Art Spiegelman. Abrid estas páginas de Metamaus (un libro sobre Maus del propio Spiegelman) y lo entenderéis mejor.


Todo personajes de ficción suelen estar basados en alguien que conocemos. Un tío, un amigo, una exnovia... pero con una máscara. Aunque, realmente, la mayoría de veces es el propio autor usando diferentes máscaras.


En Maus nos encontramos un momento maravilloso en el cual, los ratones que enmascaran judíos de verdad, se ponen otras máscaras para hacerse pasar por cerdos, es decir, polacos.


Pero lo más bonito de todo es que las máscaras no están solo en la trama, están también en los dibujos. Las imágenes que elige Spiegelman encierran siempre un sentido superficial que enmascaran un significado más profundo.


Como por ejemplo en este cruce de caminos.


Que luego repetirá en la segunda parte, utilizando la metáfora con algunos retoques. Primero, contraponiendo la vida de su hijo que puede coger un taxi. Y segundo... Veis ese pequeño dibujito arriba. Os lo amplío.


¿Alguien lo reconoce?


Es este grabado de Durero. "El judio errante". Aunque con máscara, claro.


Y así, Spiegelman nos va introduciendo pequeños elementos que dotan a la historia de un peso brutal, sin que nosotros nos vayamos dando cuenta...


Y sí, vamos con la última máscara y la que os ha traído hasta aquí. ¿Dónde está la novena viñeta?


Ya os he dicho que Spiegelman utiliza la idea de máscara de forma gráfica, esconde dentro de sus dibujos ideas complejas. Pues esta página es para mí el culmen de esta idea.


Esta página es una de las primeras del cómic. Es el momento fundacional. El hijo, Art, se acerca a su padre para que le cuente sus vivencias en el Holocausto. Este se sube en una vieja bicicleta estática. La historia está a punto de arrancar.


Entonces, el dibujante, en un juego precioso de espejos, a la vez que arranca la historia, arranca también la bicicleta estática. El padre de Art hace fuerza con todo el cuerpo para mover los pedales.


Pero un momento, Jorge. Eso no lo vemos. Le vemos subirse en la bicicleta y luego el pie.


¿Todavía no lo veis? Voy a hacer un pequeño recorte en el siguiente tuit.


Aquí la tenéis: La novena viñeta. Una bicicleta formada por cuatro viñetas.


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